Las réplicas del terremoto en Turquía y Siria pueden producirse durante años

El gran terremoto causado por la Falla de Anatolia Oriental en la zona fronteriza entre Turquía y Siria, ha desencadenado un sinfín de réplicas que seguramente harán aún más devastadora la catástrofe humanitaria en curso.
terremotos en Turquía
El terremoto de Turquía y Siria afecta a una población que ya había sufrido terribles pérdidas.Aydin Arik/Getty Images

En la madrugada del lunes, un terremoto de magnitud 7.8 sacudió a Turquía y a Siria. Nueve horas más tarde le siguió una réplica de 7.5 grados. El número de muertos asciende a más de 3 mil 800 y los equipos de rescate acaban de empezar a buscar entre los edificios derrumbados.

Las réplicas seguirán sacudiendo la zona y los científicos afirman que ese proceso podría prolongarse no solo días, sino meses o incluso años. Existe además la posibilidad, aunque pequeña, de que se produzca una mayor que el sismo original.

"El riesgo de réplica es mayor justo después de la sacudida principal, pero habrá algunas notables de este terremoto durante años", alerta David Oglesby, geofísico de la Universidad de California en Riverside, en Estados Unidos. "Ahora mismo, puedo pronosticar que en esta zona habrá muchas más réplicas de magnitud 5, probablemente de 6 o por ahí". Es una predicción fácil de hacer, porque históricamente hablando, estadísticamente hablando, eso está casi garantizado."

Eso convertirá la crisis humanitaria en Turquía y Siria en algo todavía más espantoso. “No podemos decirle a la gente: ‘ya está, ya todo terminó’, porque la Tierra no funciona así", explica Wendy Bohon, geóloga especializada en terremotos. "Es terrible que estas personas van a tener que seguir sintiendo las sacudidas durante mucho tiempo, después de haber quedado tan traumatizadas y haber pasado por una experiencia tan devastadora."

Los sismos son producto, sobre todo, de la interacción entre las placas tectónicas. Estas son grandes masas de roca que se mueven de forma independiente en la corteza terrestre, pero entran en contacto entre sí a lo largo de diversas fallas. "En algún punto, la tensión y la deformación superan la fricción que mantiene unidas las rocas, y esas rocas se rompen en un terremoto", destaca Bohon. "Cuando las rocas se rompen, liberan energía en forma de ondas, y son esas ondas lo que sentimos como temblores".


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Los sismos son una constante amenaza para la población. Con más de 120 sensores sísmicos, Skyalert es el único sistema de alertamiento privado que cuenta con la base legal y reconocimiento internacional para operar sin restricciones. 

La Falla de Anatolia Oriental

La sacudida principal del lunes se produjo a lo largo de unos 125 kilómetros de la Falla de Anatolia Oriental, una conocida falla del sur de Turquía. En concreto, se trató de un terremoto de deslizamiento, lo que significa que la tensión se acumuló entre dos masas de roca que se movían horizontalmente en direcciones opuestas, hasta que la falla se rompió. También se produjo a muy poca profundidad bajo tierra, lo que significa que provocó sacudidas más intensas en la superficie. La falla de San Andrés, en California, también es una de deslizamiento; fue la que destruyó gran parte de San Francisco en el célebre terremoto de 1906.

En general, cuanto mayor es la sacudida principal, mayores son las réplicas, que tienden a disminuir en frecuencia y gravedad a medida que pasa el tiempo. Como puede verse en este mapa, se han producido réplicas de diversas intensidades a lo largo de la falla del terremoto original, así como en otra falla al norte, diferente pero conectada, donde parece haber golpeado la réplica de magnitud 7.5. "Se trata de un sistema de fallas en verdad complicado, ya que la corteza está realmente aplastada allí", aclara Alice Gabriel, sismóloga del Instituto Scripps de Oceanografía.

Esa complejidad significa que lo que ocurre en una falla no se queda allí. Es posible que la tensión que provocó el movimiento de 7.5 se haya ido acumulando durante algún tiempo, y que el efecto de la sacudida principal lo haya desencadenado. "Adelantó un poco el reloj, de modo que se produjo el mismo gran terremoto que habría ocurrido de todos modos, probablemente un poco antes", indica Austin Elliott, geólogo especializado en terremotos del Servicio Geológico de Estados Unidos. Estas réplicas son "simplemente otros sismos, no hay nada que les distinga. Lo que ocurre es que un movimiento de tal magnitud modifica la tensión de la corteza terrestre de forma tan sustancial que aumenta la frecuencia de todos los demás terremotos a nivel local".

Días o semanas después, pueden producirse réplicas monstruosas. En 2015, por ejemplo, un terremoto de magnitud 7.8 en Nepal fue seguido, 17 días más tarde, por otro de 7.3. La probabilidad de que un movimiento produzca una réplica más fuerte que él mismo es solo del 5%, refiere Elliott, pero está bien documentada. En julio de 2019, el sismo de magnitud 6.4 en Ridgecrest, California, fue seguido dos días después por uno de 7.1. En estos casos, la terminología se vuelve más compleja. Al principio, el terremoto de 6.4 fue el principal. Pero cuando se produjo el de 7.1, este pasó a llamarse principal, y el de 6.4 se convirtió en premonitorio.

Piensa en esta actividad sísmica como el equivalente geológico de una casa vieja que se asienta después de una tormenta. "Crujirá durante unos días, mientras se acomoda en su nueva posición", compara Bohon. Del mismo modo, tanto la falla específica donde se produjo como otras fallas cercanas, se ajustan durante días y meses después. Cuanto más fuerte es la tormenta, más crujidos se producen, y cuanto más fuerte es la sacudida principal, más fuertes son las réplicas. "El terremoto modificó el régimen local de tensiones de la corteza en toda esa zona", aclara Bohon, "de modo que en algunos lugares aumentará la probabilidad de que se produzcan terremotos, porque ha añadido cierta tensión al sistema. Y hará también que los movimientos sean menos probables en otras zonas, porque ha aliviado un poco la tensión".

Para las labores de rescate luego del terremoto de Turquía y Siria, la probabilidad de que continúen los temblores plantea verdaderos problemas. "Si los edificios se han derrumbado en la calle, ¿cómo van a pasar las ambulancias?", pregunta Oglesby. "¿Cómo van a pasar los equipos de rescate? ¿Cómo van a pasar los alimentos para las personas que se refugian en el lugar?".

El desastre afectó a mucha gente que ya había sido enormemente golpeada por el conflicto entre Turquía y Siria. “Esta zona, especialmente el norte de Siria, es una región de tremenda crisis humanitaria desde antes del terremoto. Aquí están algunas de las personas más vulnerables del planeta.”

Puedes apoyar las acciones de rescate y atención médica de la Cruz Roja y la Media Luna Roja para los damnificados de Siria y Turquía en este enlace

Este artículo se publicó originalmente en WIRED. Adaptado por Mauricio Serfatty Godoy.


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