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'Los girasoles ciegos' por primera vez en una edición ilustrada

  • El artista italiano Gianluigi Toccafondo pone imágenes a la novela de Alberto Méndez
  • Sus pinceles transmiten toda la potencia de una novela que ya es un clásico

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Ilustración de Gianluigi Toccafondo para 'Los girasoles ciegos', de Alberto Méndez
Ilustración de Gianluigi Toccafondo para 'Los girasoles ciegos', de Alberto Méndez

"...Solo tengo el miedo que tanto miedo me daba". (Los girasoles ciegos)

Publicada en 2004, Los girasoles ciegos es una de las novelas españolas más importantes de la literatura española del Siglo XXI y la única escrita por su autor, Alberto Méndez (1941-2004), que falleció ese mismo año sin poder disfrutar del enorme éxito del libro (que lleva vendidos más de 250.000 ejemplares). Además, inspiró la estupenda película homónima dirigida por José Luis Cuerda, con guión de Rafael Azcona y del mismo José Luis Cuerda, que fue nominada a 15 Premios Goya (aunque sólo ganó el de guión adaptado).

Un clásico moderno de nuestras letras que ahora, por primera vez, se publica en una preciosa edición ilustrada: Los girasoles ciegos (Contempla Edelvives). El encargado de este reto artístico ha sido uno de los mejores ilustradores italiano, Gianluigi Toccafondo (San Marino, 1965), que también es un reputado cineasta y director publicitario especializado en animación.

Su pincel es el instrumento ideal para convertir en imágenes este crudo retrato de la Guerra Civil y los no menos terribles primeros años de la posguerra, marcados por el revanchismo cruel y sin piedad.

Ilustraciones de Gianluigi Toccafondo para 'Los girasoles ciegos'

Ilustraciones de Gianluigi Toccafondo para 'Los girasoles ciegos'

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  • Ilustración de Gianluigi Toccafondo para 'Los girasoles ciegos', de Alberto Méndez

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Imágenes impactantes

"De todos los recuerdos, el que por encima prevalece, es que o tenía un padre escondido en el armario" (Los girasoles ciegos).

Destacar la fuerza de las imágenes de Toccafondo y su autenticidad, porque para muchas ha utilizado fotografías de la época que transforma con sus pinceles hasta conseguir obras de arte casi hipnóticas, y con un toque expresionista.

Además, la mayoría de las ilustraciones están al final de texto, lo que permite disfrutarlas a página completa.

Imágenes que, gracias a la soltura de sus pinceladas, parecen tener movimiento (se nota que proviene del mundo de la animación), y cuya composición y colores transmiten el sufrimiento y la desesperanza de aquellos que se sienten derrotados.

Para cada uno de los cuatro capítulos que componen el libro, Toccafondo escoge un estilo y una gama de colores diferente (aunque casi siempre con el el blanco y negro de la fotografía como base). Y sus ilustraciones suelen estar acompañadas por la frase que las ha inspirado.

Ilustración de Gianluigi Toccafondo para 'Los girasoles ciegos', de Alberto Méndez

Ilustración de Gianluigi Toccafondo para 'Los girasoles ciegos', de Alberto Méndez

El lenguaje de los colores

"El tiempo solo transcurre para los que están vivos" (Los girasoles ciegos).

Así, para "Si el corazón pensara dejaría de existir" (que narra la rendición, intento de fusilamiento y huida del Capitán Alegría), el artista nos propone marrones y amarillos que desaparecen cuando el protagonista ingresa en la cárcel y se vuelven verdes con los fusilamientos, en los que los espíritus de las víctimas parecen abandonar los cuerpos según caen. Esas imágenes de fusilamientos y sus víctimas son las más abocetadas, apenas hechas con cuatro pinceladas. Toccafondo no necesita más para transmitir el horror.

Para "Manuscrito encontrado en el olvido" (que narra la huída de un padre con su hijo recién nacido, acosados por el frío y los lobos), elige tonos azules que nos transmiten el frío que amenaza con acabar con la vida del bebé, cuyo única esperanza de sobrevivir es el calor corporal de su padre.

"El idioma de los muertos", que narra el juicio sumarísimo de un profesor de chelo y nos habla sobre los héroes con pies de barro, predominan los tonos verdes, que parecen ahogar a los protagonistas en un ambiente irrespirable.

Por último, en el fragmento "Los girasoles ciegos" (el más famoso por ser en el que se basa la película y que cuenta la historia de un hombre escondido en su casa tras la guerra), el ilustrador italiano prefiere los tonos rojos para poner de manifiesto la violencia contenida tras la guerra, el ansia de revanchismo que podía desembocar en un estallido de violencia en el momento menos esperado.

Un libro imprescindible al que las ilustraciones de Gianluigi Toccafondo añaden nuevos matices y nos hacen desear que nunca se repita uno de los episodios más terribles de la historia de España.

Portada de 'Los girasoles ciegos', de Alberto Méndez

Portada de 'Los girasoles ciegos', de Alberto Méndez